La nueva tarde nacida es turbia y oscura,
más aún hoy, en esta amarga primavera,
cuando las ilusiones no creen ni en buda,
y cuando ya no hay cartas sobre la mesa.
No suenan móviles, ni mensajes en espera,
no es fácil acostumbrarse al silencio y al negro,
las letras son amargas, y las canciones
me resbalan por la pie, enferma.
Poco a poco el sol deja paso a su hermana,
en el mar su luz plateada reflejada
pero para mi no es elegante
sino mendiga y austera.
Antaño a estas horas pasearía
con una mano sobre la mía,
en cambio ahora escribo uno de los textos mas notálgicos
de mi vida, con el alma casi vacía.
Pero de repente, suena el telefonillo,
y me habla una voz, noto mis latidos,
suena una vez mas...su voz de pito
llamándome cariño.
Parece que las estrellas han vuelto
a resurgir.
1 comentario
Poetín -
Un saludo.