ruge en mi una voz luchadora
que me hace que me levante
ante las temeridades
que la vida me muestra con congoja.
sigue chispeando muertes,
asesinatos y locos delincuentes,
mas que llovizna, es pura tormenta
que a todos nos afecta.
y sigue gritando un gigante en mis adentros
nadie le oye, pero sige aullándo atento
pues una mente consciente le oirá
y detrás de la primera otra más.
mientras unos miles de tiros se disparan sin cesar
y las cabezas rodando van,
y se vendan los ojos los sucios regidores
que todas las noches no recuerdan y se corren
los muy cabrones.
mi exclamacion y chillido
aspira ser algun día un coro
de almas errantes,
que trabajan por un amanecer con sol
y no con una nube negra de polvo, rifles y sincorazón.
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